Subcomisión
de Lactancia Materna
El
amamantamiento bajo la observación funcional
y clínica de la odontología
Dra.
Gabriela Dorothy de Carvalho
El
Dr. Pedro Planas (Padre de la Neuro-oclusión)
dice:
¿Porqué
la mala oclusión?
Por
falta de espacio
¿Por
qué falta de espacio?
Por
falta de función
¿Por
qué falta de función?
Por
falta de estímulo neurológico
Y
nos preguntamos
¿por
qué a falta de estímulo neurológico?
Por
falta de amamantamiento |
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Todos
percibimos que no es posible apartar la emoción
de amamantar. Aún cuando nuestros propósitos
están cerrados en el trabajo muscular, físico
o mecánico sentimos la emoción que surge
junto con la leche que riega el suelo fértil
donde se produjo la vida.
Hace
algunos años la Profesora Silvia Fridman analizó
un relevamiento hecho por alumnas del curso de fanoaudiologa
de PUC, de San Pablo donde se observó que esos
pacientes no fueron amamantados y si lo fueron, fue
por menos de tres meses.
Este
hecho despertó en mi, una gran necesidad de estudiar
el amamantamiento, actualmente este estudio esta siendo
actualizado, por el Departamento de Estadísticas
de UNICAMP. Esta constatación altera mucho
el panorama del estudio del patrón respiratorio
del ser humano y presenta a toda el área de salud
un motivo más para incentivar el amamantamiento.
Al
succionar el seno materno, el bebé establece
el patrón correcto de respiración nasal
y posiciona correctamente la lengua, o sea sobre la
papila.
Se
hace necesaria la concientización de los profesionales
responsables para que las futuras madres reciban conceptos
claros y motivadores, apoyo en sus dudas, ansiedades
y dificultades sobre el amamantamiento o cuando quieran
amamantar.
`Los
motivos ya conocidos a favor del amamantamiento son
muchos tales como: El amamantamiento es práctico,
económico, es la mejor opción como alimentación,
la leche de madre es propia del ser humano, establece
y desarrolla la relación afectiva entre madre
e hijo, da seguridad emocional al bebe, etc. Podemos
añadir que el amamantamiento promueve el correcto
desarrollo de las estructuras del aparato estomatognático
a través del equilibrio de las fuerzas musculares
de contención interna y externa.
En
el RN al entrar los labios en contacto con el pezón,
el chupete, o el dedo provoca movimientos de succión.
Es un reflejo. Del reflejo de alimentación depende
el mantenimiento de la vida. Por eso el sistema neuromuscular
desarrolla más precozmente la boca y después
las extremidades, por ejemplo.
Después
del nacimiento y en la primera hora después del
parto aparece un gran impulso neuronal de succionar.
No podemos dejar que la rutina hospitalaria interfiera
o imposibilite la plena satisfacción de este
impulso pues ese es el momento de asegurar el éxito
del amamantamiento.
Por
eso peleamos por la internación conjunta, reduciendo
las "nurseries" a las necesidades e indicaciones de
casos patológicos.
La
succión es la primera fase de la masticación.
Es la masticación que se produce antes de la
evolución neurológica.
Los
músculos responden a los estímulos y en
la fase siguiente estarán listos para masticar.
No
faltarán la tonicidad y la postura y no faltará
la función. En las dos fases trabajan los mismos
músculos.
La
fase de succión no realizada correctamente, mal
guiada, lleva a la falencia de un correcto desarrollo
de las estructuras, que garantizan la evolución
perfecta de las siguientes funciones, principalmente
la respiratoria.
Nuestro
objetivo es, entrando en esta pesquisa tan vital y polémica,
abastecernos con informaciones diferentes, pero consistentes,
que decidan a las generaciones futuras a defender y
luchar por el amamantamiento.
La
población en general desconoce la importancia
del amamantamiento y el área de Salud de Brasil
no acostumbra a prestar atención al trabajo muscular
que le interesa particularmente a médicos, fonoaudiólogos,
nutricionistas y enfermeras.
Las
madres se sientes culpables por no amamantar, pero no
conocen ese proceso básico de la vida. Por eso
necesitan ayuda y principalmente información.
“No amamanté porque no tengo formado el pezón”,
“No pude amamantar, mi leche es floja”, “Mi hijo no
aceptó mi leche”, tuve fisuras, mastitis, etc.,
estas son algunas de las justificaciones para no amamantar.
Los
neonatólogos deben enfatizar el amamantamiento
como prioridad.
La
rutina hospitalaria debe enfatizar el binomio bebé
– mamá.
La
población en general está bombardeada
por la publicidad de productos comerciales que aún
modificados siguen siendo “leche de vaca”.
Las
niñas reciben de regalo muñecas con mamaderas,
recibiendo con ello el siguiente mensaje: “este es modo
más correcto de alimentar a los bebés”,
¡Qué pena!.
Otro
justificativo es “dejé de amamantar porque volví
a trabajar”, desconociendo la legislación del
trabajador que protege a la mujer que amamanta.
En
realidad todos estos motivos podrían controlarse
si tuviésemos una cultura de amamantar.
Es
necesario para los profesionales que trabajan con las
funciones del aparato estomatognático probemos
succionar cualquier líquido con la mamadera para
percibir la diferencia entre la succión del biberón
y la succión mamaria.
Los
movimientos de mamar son: bajar, protruir, elevar y
retruir la mandíbula.
Los
músculos que participan son: el pterigoideo externo,
pterigoideo interno, masetero, temporal, digástrico,
genehioideo, milohioideo. En la mamadera trabajan
los buccinadores y muy poco los orbiculares de los labios.
Algunos picos especiales y caros consiguen movilizar
la musculatura de contención externa. La
contención interna que se logra con la lengua,
no se consigue con el biberón.
Al
mamar la lengua se comporta de la siguiente manera:
se coloca entre los rodetes gingivales, prende el pezón
con la punta vuelta hacia arriba y la coloca contra
la papila incisiva. La mandíbula hace un
movimiento de retrusión cuando comprime las células
lactóforas. Entonces la lengua hace un
ligero doblez en los bordes, como una canoa, para contener
la leche. La musculatura central de la lengua
comienza entonces con un movimiento ondulatorio, para
llevar le leche desde el paladar blando hasta excitar
la deglución.
La
mamadera, según Segovia, difiere del pecho en
tres puntos: el tamaño del “pico”, el flujo de
la leche y el área que rodea la tetina.
Pienso
que también es diferente el trabajo muscular
de cada uno de los casos.
El
flujo de leche en la mamadera no requiere de un movimiento
de protrusión y retrusión de la mandíbula
(esto estimula el crecimiento mandibular y la tonicidad
de la cápsula articular de la articulación
temporomandibular y sus ligamentos), la lengua permanece
quieta, con un leve movimiento de vaivén, funcionando
como una válvula. De esta manera impide
que el bebe se ahogue.
Si
el orificio de la mamadera fuese pequeño, generaría
un mayor trabajo muscular pero de los músculos
equivocados: los músculos buccionadores potentes
generen arcadas estrechas y consecuentemente falta de
espacio para dientes y lengua. En estas condiciones,
la lengua permanece el mala posición, con su
función alterada, se instala la deglución
atípica y como consecuencia tendremos mordida
abierta, o protrusión, o sobremordida, etc.
Todo
este cuadro descripto caracteriza la musculatura del
“respirador bucal”, siempre hipotónico, con una
hipertonía leve del maxilar superior, impidiendo
el cierre labial, el cual solo se realiza con una orden
mental al músculo, generando una mímica
negativa y dando un mensaje corporal de malhumor.
Según
Meyer B. Marks, citado por Ricketts: “La sensibilización
precoz de la membrana de la mucosa nasal por la alimentación
temprana con leche de vaca, da lugar a la persistencia
del edema nasal. La leche de vaca puede ser el
primer factor sensibilizador que guía al niño
alérgico hasta los progresivas y severas manifestaciones
alérgicas. Una de las cuales puede ser
la deformación dento-facial.
La
alergia edematosa nasal y de las mucosas paranasales
produce estasis venoso en las arcadas dentarias y estructuras
circundantes debido a la presión en estas vías.
Además
la acción de la histamina causa una marcada delatación
de los capilares afectando las áreas nasalospalatina
y alveolar.
Los
pueblos primitivos eran posiblemente, comparativamente
libres de enfermedades alérgicas.
Bayeat
y Bowen observaron un pequeño número de
manifestaciones alérgicas y anormalidades dento
faciales en los indios de Oklahoma. Senkok comentó
que nunca había visto indios Chippewa con fiebre
de heno, asma y eczema. Podemos atribuir estos
hallazgos al hecho de que los bebés indios eran
amamantados durante nueve meses o más sin alimentos
suplementarios o agua. Cuando es introducida una
alimentación en forma precoz tal como la leche
de vaca o alimentos para adultos, el eczema y otras
manifestaciones alérgicas aparecen. Ballard
dice que una correlación entre la posición
de los labios entreabiertos, la maloclusión y
la incidencia del asma e infecciones periódicas
de vías respiratorias superiores. Este
es un motivo para que defendamos el amamantamiento.
“La
respiración bucal en el bebé de pecho
y en el niño” prosigue Ricketts “será
vista como manifestación alérgica mientras
no se compruebe otra cosa”.
El
diagnóstico precoz y el tratamiento alérgico
precoz y eficiente, puede prevenir al menos un factor
mayor, que contribuirá a los efectos progresivos
de las deformaciones dento-faciales. Tal prevención
será el amamantamiento.
De
esta manera podemos llegar a la conclusión de
que el amamantamiento es la prevención del “Síndrome
del Respirador Bucal”; es la prevención de las
patologías del aparato respiratorio; es la prevención
de la deglución atípica; es la prevención
de la malocuclusión; es la prevención
de las disfunciones cráneo-mandibulares, es la
prevención de las dificultades de fonética.
Apoye,
divulgue, defienda y proteja el amamantamiento.
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